Casi mil autores han querido probar suerte en el Premio Biblioteca Breve de novela 2014, que convoca Seix Barral. La posibilidad de competir enviando tan solo una copia electrónica del manuscrito, ha disparado la participación. Y, personalmente, me parece algo magnífico.
Como autor tengo que aplaudir la iniciativa de Seix Barral. Partiendo de la base de que la mayoría de los concursos, los de grandes dotaciones económicas TODOS, están adjudicados de antemano; me parece que no exigir a un autor copias impresas para competir es un acto, cuando menos, de decencia.
A estas alturas del partido digital, hacer incurrir a los autores que se están buscando la vida, en costes de impresión, encuadernación y envío de las dos consabidas copias, me parece un acto casi canallesco.
No solo porque juegan con la ilusión del autor novel, que acude virginal a un concurso que ya está adjudicado, si no porque además, están abusando de sus recursos económicos.
Asumidas las reglas del juego, permitir participar con el envío de una copia digital no solo merece el aplauso, también merece que se copie el ejemplo de Seix Barral.
Voy a permitirme contarles un secreto a los escasos lectores de este blog, en la seguridad de que no saldrá de entre nosotros: "Conde de Aranda 14, 14-bis" esta participando en este concurso.
Lo decidí el día que se cerraba el plazo para presentarse a concurso. El mismo día que mi editor me confesó que estaba al borde de la bancarrota porque su distribuidor no atendía los pagos desde hacía meses.
Porque "Conde de Aranda" tenía que haberse publicado en septiembre de 2013. Luego en octubre, luego en noviembre... Hasta que a finales de noviembre me di cuenta, cuando el "pichón" cantó ante mi insistencia, que en realidad no había fecha cierta de publicación.
Una pena. Sobre todo el tiempo que he perdido.
Así que, con la portada a falta de algún retoque y la maquetación terminada, preferí terminar mi aventura incierta con una editorial de futuro mas incierto, si cabe.
Y sobre la campana, como decía mas arriba, el 30 de noviembre, el día que se cerraba el plazo, formalicé mi inscripción.
El 10 de febrero se dará a conocer el ganador en Barcelona.
En realidad no tengo ninguna esperanza de ganar. Pero no les oculto que me haría una ilusión enorme colarme entre los finalistas. En unas semanas, la respuesta.
Os dejo un enlace de La Vanguardia donde se da noticia de las obras presentadas y las temáticas dominantes entre los concursantes: http://www.lavanguardia.com/cultura/20131230/54397664402/un-total-de-945-manuscritos-concurren-al-premio-biblioteca-breve-2014.html
Como autor tengo que aplaudir la iniciativa de Seix Barral. Partiendo de la base de que la mayoría de los concursos, los de grandes dotaciones económicas TODOS, están adjudicados de antemano; me parece que no exigir a un autor copias impresas para competir es un acto, cuando menos, de decencia.
A estas alturas del partido digital, hacer incurrir a los autores que se están buscando la vida, en costes de impresión, encuadernación y envío de las dos consabidas copias, me parece un acto casi canallesco.
No solo porque juegan con la ilusión del autor novel, que acude virginal a un concurso que ya está adjudicado, si no porque además, están abusando de sus recursos económicos.
Asumidas las reglas del juego, permitir participar con el envío de una copia digital no solo merece el aplauso, también merece que se copie el ejemplo de Seix Barral.
Voy a permitirme contarles un secreto a los escasos lectores de este blog, en la seguridad de que no saldrá de entre nosotros: "Conde de Aranda 14, 14-bis" esta participando en este concurso.
Lo decidí el día que se cerraba el plazo para presentarse a concurso. El mismo día que mi editor me confesó que estaba al borde de la bancarrota porque su distribuidor no atendía los pagos desde hacía meses.
Porque "Conde de Aranda" tenía que haberse publicado en septiembre de 2013. Luego en octubre, luego en noviembre... Hasta que a finales de noviembre me di cuenta, cuando el "pichón" cantó ante mi insistencia, que en realidad no había fecha cierta de publicación.
Una pena. Sobre todo el tiempo que he perdido.
Así que, con la portada a falta de algún retoque y la maquetación terminada, preferí terminar mi aventura incierta con una editorial de futuro mas incierto, si cabe.
Y sobre la campana, como decía mas arriba, el 30 de noviembre, el día que se cerraba el plazo, formalicé mi inscripción.
El 10 de febrero se dará a conocer el ganador en Barcelona.
En realidad no tengo ninguna esperanza de ganar. Pero no les oculto que me haría una ilusión enorme colarme entre los finalistas. En unas semanas, la respuesta.
Os dejo un enlace de La Vanguardia donde se da noticia de las obras presentadas y las temáticas dominantes entre los concursantes: http://www.lavanguardia.com/cultura/20131230/54397664402/un-total-de-945-manuscritos-concurren-al-premio-biblioteca-breve-2014.html
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